Hoy quiero compartirte algo personal. Llevo casi 24 años dedicándome a la consultoría de negocios, y a pesar de que es una profesión fascinante, muchas personas no pueden entender cómo puede alguien querer dedicarse a algo con un estilo de vida tan “poco convencional”. Normalmente hacemos las cosas sin pensar, y hoy quise pensar para compartirte, de una forma racional (cómo me sugeriría mi cortex) las razones por las que sigo haciendo este tipo de trabajo.Aprendizaje. La consultoría es una de las pocas actividades humanas que difícilmente uno deja de aprender a un ritmo acelerado. Alguna vez en los 90´s, escuche que en experiencia adquirida, un año en consultoría equivale a 7 años de trabajo en alguna otra industria (espero que no vaya la experiencia a la par con el desgaste físico). Si te gusta aprender siempre, este el trabajo perfecto. Aquí, la palabra rutina no aplica.Vocación. Como en casi cualquier otra profesión, es indispensable tener vocación para ser consultor. Cuando tienes la vocación, uno es consultor las 24 horas de día y en cualquier situación. En los viajes, cuando estoy en alguno de los hoteles me pongo a imaginar a logística de los abastecimientos, los procesos de soporte y el entrenamiento para que todo el personal sea eficiente, sonría y sepa cómo actuar ante diferentes situaciones y tipos de clientes. Aunque he realizado ya proyectos en hotelería, siempre es más agradable ver “los toros desde la barrera”; en ocasiones hago por gusto al personal algunas preguntas que mi esposa detesta, sobre cómo realizan la planeación de las ventas de habitaciones, el tratamiento de los desechos o la selección de los menú dependiendo el tipo de visitantes de la temporada.La sensación de la creación y conceptualización de las ideas. Normalmente los proyectos inician con una hoja en blanco entre 2 personas, un Cliente y un consultor. Cuando meses después ves las ideas aplicadas ya en la realidad, donde afectas y regularmente mejoras las operaciones de cientos o miles de personas y comienzas a ver los resultados, es una sensación genial.
En mi opinión deben existir pocas cosas tan satisfactorias como el lograr eso constantemente, en diferentes industrias.Reto mental. Disfruto estar en las salas de juntas de las organizaciones discutiendo alternativas para solucionar sus problemas, aprendiendo de la diversidad de industrias.Solucionar temas complejos. Gozo el hacer modelos para poder plasmar el entendimiento de un problema en una presentación para que sea fácil de interpretar por un público diverso.Cambios. Y por supuesto, el cambiar constantemente de entornos, usar un día traje y otro día casco y botas, estar en una mina, en una plataforma petrolera, recorrer cultivos, hacer visitas en rutas de ventas, conocer a los clientes de mis clientes, y de nuevo regresar a la oficina y usar otra vez corbata, me encanta. Me divierto mucho.La aplicación de la consultoría a tu vida familiar. Muchos detalles de la consultoría son aplicables a la vida personal cotidiana y realmente ayudan en la armonía familiar. Por ejemplo, en el acomodo de las cosas de un armario puedes utilizar la filosofía de las 5´s (5 “eses”. En japonés: Seiri, Seiton, Seiso, Seiketsu, Shitsuke. En español: Clasificación y Descarte, Organización, Limpieza, Higiene y Visualización, Disciplina y Compromiso). Así tu casa y tus cosas siempre están ordenadas, es más fácil encontrarlas, se conservan en mejor estado y evitas acumular cochinadas.De igual forma para el acomodo de los archivos en una PC, para llevar las finanzas familiares, el control de los seguros, los pagos de servicios, los mantenimientos de los autos y los pagos de impuestos, hay diferentes técnicas que se usan para eficientar a las organizaciones y que sin llegar a esclavizarte con ellas, ayudan a hacer más feliz tu vida diaria.
En el fondo, ahora si, como diría mi cerebro límbico, (si pudiera hablar), hago lo que hago porque lo disfruto, porque me hace sentirme vivo y porque jamás me aburriré de hacerlo. Todo es felicidad, siempre que tu pareja este de acuerdo contigo y vea el beneficio en eso.
